EL DOCTOR SLUMP Y ARALE
¡Ay, qué recuerdos! Esta tarde me estaba acordando de cuando era pequeña y veía esta serie, que me partía de la risa sola. Aquí la echaban en la TVG y creo recordar que en Cataluña era en la TV3 aunque solo la vi un par de veces en Barcelona.
La serie trataba de una niña robótica que se creaba el Dr. Slump, que os pondré luego un poster de este tio, con cara de palurdo, que tenía la casa llena de robots y todo tipo de chilindradas. Como siempre, había un científico malo, que quería joroban al Slump sin conseguirlo y la niña, que como Pinicho, quería ser una niña de verdad.
Además de la multitud de cosas graciosas y curiosas (el comportamiento de Arale es como el de un niño pequeño) también tenía su trasfondo con valores como la amistad, el compañerismo, las bromas, jugar, la investigación, y valores educacionales sobre lo que se debe o no hacer.
La niña vive rodeada de compañeros en un colegio especial en el que dan clase la Sta. Yamabuki y el director es un tipo con cabeza de avellana gigante que se dedica a dar croques (cabezazos) de amor o de castigo a los alumnos, aunque ellos no quieran ninguna de las dos cosas.
Están los amiguitos de Arale y ella misma, que le da por ir corriendo a todas partes del grito de "Ni,ni,ni,ni,ni..." El Dr. Slump está enamorado de la profesora de Arale y cuando la ve crece un metro (mide medio) y se pone con cara seria y delgado y con voz grabe, aunque pronto recupera su estado normal.
Pese a que haya podido haber críticas, es cierto que pasar la tarde en compañía de los habitantes de Villa Pingüino (con su propio super héroe "Sopaman, que come albaricoques en escabeche", su policía cateta sin aspiraciones - salvo detener a Arale que les rompía el coche en todos los capítulos - ) es una cosa que, a estas alturas, se hecha de menos.
La serie trataba de una niña robótica que se creaba el Dr. Slump, que os pondré luego un poster de este tio, con cara de palurdo, que tenía la casa llena de robots y todo tipo de chilindradas. Como siempre, había un científico malo, que quería joroban al Slump sin conseguirlo y la niña, que como Pinicho, quería ser una niña de verdad.
Además de la multitud de cosas graciosas y curiosas (el comportamiento de Arale es como el de un niño pequeño) también tenía su trasfondo con valores como la amistad, el compañerismo, las bromas, jugar, la investigación, y valores educacionales sobre lo que se debe o no hacer.
La niña vive rodeada de compañeros en un colegio especial en el que dan clase la Sta. Yamabuki y el director es un tipo con cabeza de avellana gigante que se dedica a dar croques (cabezazos) de amor o de castigo a los alumnos, aunque ellos no quieran ninguna de las dos cosas.
Están los amiguitos de Arale y ella misma, que le da por ir corriendo a todas partes del grito de "Ni,ni,ni,ni,ni..." El Dr. Slump está enamorado de la profesora de Arale y cuando la ve crece un metro (mide medio) y se pone con cara seria y delgado y con voz grabe, aunque pronto recupera su estado normal.
Pese a que haya podido haber críticas, es cierto que pasar la tarde en compañía de los habitantes de Villa Pingüino (con su propio super héroe "Sopaman, que come albaricoques en escabeche", su policía cateta sin aspiraciones - salvo detener a Arale que les rompía el coche en todos los capítulos - ) es una cosa que, a estas alturas, se hecha de menos.
1 comentario
lilidh ! -
ke la welvan a echar !! ninininini paso ke vou !!!